Dice la palabra de DIOS que debemos de guardar nuestro corazón porque de ÉL mana la vida
porque tenemos que vivir la palabra para
porque tenemos que vivir la palabra para
poderla entender y para poder hablar de ella...
DIOS tiene que pasarnos por el fuego santo de
ÉL para ser purificados como oro fino...
Es un proceso....Necesitamos ser tratados por DIOS...
El oro fino se prueba con el fuego y necesitamos
entrar al horno de fuego y si tiene que ser calentado
más de una vez EL lo hará...
Porque entre mayor sea tu ministerio
mayor es la prueba de DIOS que viene sobre ti...
Pero con la confianza de que si pasamos por el fuego
no nos quemaremos porque DIOS está con nosotros en medio del fuego...
Así que ni aún una hebra de cabello se nos quemará...
Pero es ahí en el horno de fuego donde DIOS rompe las cadenas,
DIOS quema las cuerdas...Nos desata de toda maldición y toda ligadura...
Es ahí donde DIOS trata con nuestro corazón...
Quebranta nuestro corazón...Moldea nuestro carácter...
Es ahí donde DIOS nos dice:
Guarda tu corazón porque de él mana la vida...
Y es cierto...
Porque del corazón salen los malos pensamientos del hombre...
y en nuestro corazón es donde DIOS comienza a trabajar...
Porque hay cosas que ÉL tiene que arrancar
definitivamente de nuestras vidas.
Así pues que cuando pasamos de ese horno
DIOS se glorificará aún más en nosotros...
Porque hemos soportado y resistido la prueba...
Entonces DIOS nos llamará bienaventurados
y seremos testigos de su poder y de su grandeza...
Porque ÉL nos ha dado la victoria...
Así que cuando tu empiezas a ver que estas cosas
están pasando en tu vida...Solo gózate en DIOS
porque ÉL te ha llamado para algo grande...
SANTO ES DIOS
LLAMA DE AMOR VIVA
¡Oh llama de amor viva,
¡Oh llama de amor viva,
Que tiernamente hieres mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,Acaba ya,
si quieres; rompe la tela de este dulce encuentro.
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda!
¡Oh toque delicado
,Que a vida eterna sabe
Y toda deuda paga!
;Matando, muerte en vida la has trocado.
¡Oh lámparas de fuego,
En cuyos resplandoresLas profundas cavernas del sentido,
Que estaba oscuro y ciego
,Con extraños primores calor y luz
dan junto a su querido!
¡Cuán manso y amoroso recuerdas en mi seno,
Donde secretamente solo moras!
Y en tu aspirar sabroso,
de bien y gloria lleno,
¡cuán delicadamente me amas!
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